FRAGMENTO

Un asesinato… A ver: “un asesinato, un asesinato…” Dicho así, por supuesto que suena muy fuerte. Y más si tienes que hablar a gritos con esta música tan alta… Pero no es necesario pensar en una cosa que sea como los de la tele o yo qué sé. Con la sangre y todo eso. Puede ser un asesinato que no sea tan, tan, tan… tan asesinato, del modo en el que la gente tiende a mencionarlo. Como si fuera lo más horroroso que hay. A ver: que yo no estoy a favor de los asesinatos. Si es verdad que es horroroso. Para empezar, quiero dejar claro que yo nunca he matado a nadie. Te parecerá que soy mariquita, pero es verdad, yo de momento no he matado a nadie. A lo mejor tú tampoco, yo no lo sé, pero bueno, pues mejor si es así. Hay mucha gente que sí. ¿Quieres otra? ¡Camarero, por favor! ¡Dos más! Cuánta gente ha matado por guerras, ya sea directa o indirectamente. Y se les tiene por gente respetable. ¿No? Lo que quiero decir es que todo depende. En defensa propia todo el mundo entiende que matar está bien. ¡Bueno, bien! No es que esté bien, pero se supone que es lógico hacerlo y moralmente está permitido. Y legalmente. Pues ahora imagínate que matas en defensa propia. En el fondo… ¿no es todo en defensa propia? Se alimenta uno de seres vivos en defensa propia. Se miente en defensa propia. Se compite en defensa propia. Se dicen chorradas como hago yo ahora mismo en defensa propia. La vida nos tiene a todos un poco a la defensiva. O a la ofensiva, que es exactamente lo mismo. Sí, hombre, yo sé lo que digo. ¿No me entiendes? La vida… No me mires así, joder, y déjame que te diga que… Desde luego contigo no se puede hablar de nada serio. Por un día… Pero yo creo que la vida… la vida es… Fíjate, la vida… Es, es, es, es en el fondo… La vida es en defensa propia. ¡Claro! Vivir es en defensa propia. Ya está, ya lo he dicho.  Sí, es mi frase en mármol para esta noche de copas. Vivimos en defensa propia. Ya está. Siempre estamos al borde del abismo. Todo lo que no cuidamos se deteriora, y en cierto modo te mata o te hunde. Todo lo que hacemos es alejar el peligro y la muerte. Y tratar de hacerlo de un modo más o menos cómodo,si podemos. Vivimos bajo amenaza de muerte desde que nacemos. En realidad desde antes de nacer. En cuanto llega la vida llega la amenaza de muerte. Es una forma de equilibrio universal un poco jodido, pienso yo, pero es así. Se vive en defensa propia. Si matamos…pues no diré que esté bien, pero… a lo mejor todo es distinto si es uno mismo el que sabe cómo llega a hacer algo así. Yo estaba siendo amenazado. No de muerte. Ni me iban a robar. Simplemente era la vida. La vida me amenazaba con quitarme la vida. No sé… Qué lío. La vida muchas veces te amenaza, tío. ¿Tú no estás bebiendo demasiado? Estas dos últimas copas, yo creo que nos sobraban…  Pero que… Me sentía amenazado Y pensé en matar. Estaba desesperado. Acorralado. No sé si ofuscado o precisamente al contrario, por una vez, lúcido. Me di cuenta de que un asesinato era algo… en lo que se podía llegar a pensar.