¡Qué lejos!
Estás lejos mi amor
Y yo quedo en la ingravidez
de tu ausencia,
dónde el pasado sé,
y siento que te pierdo.
Buscas el reclamo
De labios complacientes
Que besen mi beso.
¡Despojada!
Como una indigente
En este oscuro anochecer
Me siento.
No hay reproches.
No hay lamentos.
Ni quejas.
Solo esta honda tristeza
Que tu silencio aumenta.
Intensamente deseo
Tu amor de dentro.
No hay lamentos.
Solo celos
de tus pensamientos.
No estoy en ellos.
Y yo sin saberlo…