Eres la tormenta que me trae la calma, viajera hacia mí. Llegas estimulante , borrando mis nos, desarmándome como una auténtica tormenta que despliega su lluvia; la que limpia y rearma después de los truenos y destellos de luz.
Subversivo, vulneras mi orden, empujas mis límites, porque me conoces, te conoces, me amas, y por encima y por debajo de ti, de nosotros, deseas cuidarme.
Vuelves mi mirada hacia La Luz, y en los destellos de tus pupilas contemplo el Origen, me reflejo, me descubro…
Me devuelves a mi epicentro, donde unidos comenzamos el baile, apasionado baile colmado de matices, entrelazos de emociones que nos desbordan.
Duermes en mí, me haces perder el miedo, porque sé quién descansa entre mis sábanas, las que alborotamos.
Porque contigo soy, porque eres la tormenta que me devuelve la calma.