En la turbia marea del olvido
naufragan los versos del tiempo
voy ciego por sus mares y perdido
invocando las voces del desierto

Una gota de cordura que naufraga
en lejanos confines del universo
enciende las hogueras quemadas
en el credo de poetas y conversos

Ya no queda pedacito de sosiego
en el vasto porvenir que nunca llega
Aquí estoy dando palos de ciego

A los versos escondidos en las llagas
que cruzan el umbral de los apegos
y la vida que enmudece con mi llama.