Todo empezó un 15 de agosto de 2018 en la ciudad de León. Puedo considerar ese verano a la porra, por toda la parafernalia que me pasó con una amiga llamada Ángeles, donde mi tiempo de amistad había sido de muchos años desde 1996, nos conocimos en Londres, en una academia de la zona de Oxford Street, la Shane School.

Fue una sorpresa tan grande, que nunca se me pasó por la imaginación que fuera a vivir esta experiencia de la vida donde se respiraba una atmósfera tóxica desagradable de baja vibración proveniente de esta persona, la cual pude descubrir su verdadero yo, donde lo tenía muy oculto, ya que fingía tener otra personalidad dulce y agradable, relacionándose de forma ficticia, con todos sus contactos sociales.

Una de esas tardes de verano, en aquel momento estaba leyendo un tratado de filosofía casera para una generación obtusa. Un libro muy especial de Enrique Brossa.

De repente tocan al telefonillo, yo estaba sola en casa de mi amiga, porque ella había salido a caminar. Yo me levanté del sofá y me dirijo al telefonillo:

-Sí, dígame…..

Sale una voz  extraña masculina que no se entiende. Yo no abrí, porque no oí claro quien era.

Pero mi sorpresa que tocan a la puerta. Yo pregunté:

-¿ Quién es?

Habla una voz masculina con acento extranjero.

-Soy amigo marroquí de Angeles…

Pues abrí la puerta y lo dejé pasar. Iba con una niña pequeña sobre los tres años, era su hija.

Llamé a Angeles y le dije  que su amigo estaba en su casa. Mientras esperábamos a que llegara, conversábamos él y yo. Me preguntó de dónde era. Él me explicó que era de Marruecos, de un pueblo cerca de Tanger, que vivía cerca de la casa de Angeles.

Llegó mi amiga y muy amable saludó a su amigo, el seguía conversando conmigo, ella se centró en su hija todo el tiempo. Yo capté a través de mi intuición, como si le molestara que yo hablara con su amigo. Ella empezó a conversar con él, yo le puse atención a la TV , para que ellos hablaran. En esto él se levanta del sillón y dice que se marcha, ella le ofrece tomar un refresco, él dice un vaso de agua.

Se despidió de nosotras, él me preguntó: ¿ Cuánto tiempo vas a estar en León? En ese momento yo capté que a mi amiga no le gustó  que me preguntara mi estancia en León. Yo le contesté:

-Una semana por ahí.

Nos despedimos, yo le dije:

-SALA MA LE CUN  -una despedida en árabe o un saludo.

Cuando se marchó seguimos viendo la TV, mi amiga y yo en una atmósfera tranquila sin haber ningún cambio.

A eso de las doce de la noche, ella me dice:

-Me voy a dormir.

Yo seguí viendo la TV, porque no tenía sueño todavía. Cuando era la una de la madrugada aproximadamente, veo que se levanta y con una cara totalmente transformada como si fuera otra persona, le salió su yo oculto, tóxico a la luz, me dice con mucha rabia:

-En mi casa hay unas normas que hay que cumplirlas. Tú vienes aquí hacer lo que te da la gana, te echas en mi sofá, quitándome mi espacio. ¿Qué es lo que te crees tú?, no sales ni a caminar conmigo.

Yo estaba atónita, asombrada, no podía creer lo que estaba viendo. Era verdadero lo que yo veía  en esa mujer. Siempre tan cariñosa conmigo, preocupada por mi vida, que llevaba 23 años, llamándome para saber de mí, en todo este tiempo.

Yo me llevé una sorpresa tan grande cuando la ví tan cambiada y ese maltrato que tenía hacia mí.

Nos acostamos a dormir, yo del disgusto no podía dormir, tuve que ir a la cocina a tomarme una pastilla, para poder dormir.

Al día siguiente se levantó  enfadada con una mala uva, me dice pegando gritos:

 

-No he podido dormir en toda la noche, quiero tranquilidad, así que te buscas un hotel y te vas, yo estaba alucinada, pero estaba deseando irme del aquel ambiente tan tóxico. Perdí hasta dinero, porque habíamos planeado un excursión a Llanes  ( Asturias ), que ya habíamos comprado el tiket, perdí el dinero porque ella ya lo tenía claro, echarme de su casa, yo le dije: Dime algún hotel en León para llamar y reservar habitación. Me dijo: Imperial Sol, llamé enseguida y tuve la suerte de que pude reservar una habitación.

Fue  increíble lo de esta mujer. Analicé su comportamiento y llegué a la conclusión que tiene un trastorno de psicopatía, con una doble personalidad que llevaba fingiendo 23 años la  amistad cuando siempre me ha tenido mucha envidia. Era tanta la rabia que tenía hacia mí, que los regalitos que le llevé me los puso en la cama, con desprecio me dijo:

-Toma no quiero nada tuyo.

Yo empecé a preparar la maleta, metí todas mis cosas en ella, llamé al radio taxi, para que me llevara al hotel. Memos mal que tenían habitación, porque como era el mes de agosto podría estar complicado. Ella se acercó donde yo estaba y me dijo:

-No has cambiado sigues estando a tu bola, y si estas depresiva no deberías de haber venido. Yo le contesté:

-Tu estás muy mal contigo misma, y me has decepcionado.

Ella me contesta:

-Tú también.

Debe de ser que le molesta que las amistades sean independientes. Yo deprisa hago el equipaje para marcharme, de aquel ambiente tan podrido que desprendía esa trastornada.

Se marchó a la cocina y empezó a freir unos ajos, yo hasta le pedí permiso para desayunar:

-¿Puedo desayunar?

-Si, puedes.

Puso la radio alta, yo cuando terminé de desayunar me preparé enseguida para marcharme de aquella casa. Me dice:

-Date prisa que tengo que salir a devolver el ticket.

La muy sinvergüenza ni siquiera me dijo, que si yo quería devolver el ticket, anular la excursión, para que me devolvieran los 17 euros. Perdí dinero además  de tenerme que pagar un hotel en León que yo no contaba con eso.

Cuando llamé al taxi, ya bajé con las maletas y fui a coger el ascensor. Ella callada. Abro la puerta del ascensor y le digo muy cínicamente:

-Gracias por todo.

Me fui con un sentimiento de tristeza, rabia e impotencia. Que esta mujer me hubiera traicionado… Mi estado de ánimo estaba por los suelos, no me creía lo que me estaba pasando. Si es engaño el fingir 23 años de amistad conmigo. Vaya fraude. Fueron momentos muy desagradables los que viví esos días de agosto en la ciudad de León.

 

 

Photo by Lukáš Lalinský