Hace tiempo hubo un hombre entre nosotros
alegre, iluminado…
Amó, vivió y cantaba hasta en la muerte,
libre como los pájaros… (HISTORIA CONOCIDA)
J. Agustín Goytisolo.

GLOSA

Hace tiempo hubo un hombre entre nosotros…
Niño cabrero que se mezcló entre el pueblo
que respiró sus aires y los exhaló en vientos
como no recordarlo por su voz y por su acento
como olvidar su huella si… El hombre acecha
para arrebatarnos su verso que es fortuna.
Y los sueños del esposo soldado, Perito en lunas
si pareciera que fue ayer cuando su ausencia
nos dejó la mirada infinita y libre, como herencia
apenado de estar lejos y tan cerca de su querencia.
Pájaro de fuego con los sueños en ciernes y rotos
en otras ciudades acaso de tierra descontenta
levantó la voz, con tres heridas y 32 tormentas
para cantarle a la vida, a la libertad, a nosotros.

Alegre, iluminado…
Recordadle a plena luz que su voz pervive
a fuerza de golpes, fuerte… Y desamparado
nos ha dejado la esperanza que sobrevive
porque su rayo-estrella que no cesa
iluminando a fuerza de claridades
el rastro de los hombres y las sombra de mis cejas.
Y dale que dale al hambre, pan sin soledades
se alzó contra la dictadura bestia
se rindió a la vocación del amor, casi bruno.
Y peleó con la palabra sedienta de libertad
dejándonos anímica y anónima la herencia
del hombre más apenado que ninguno,
el pueblo reclama con derecho su potestad.

Amó, vivió, cantaba hasta en la muerte…
Los pájaros humildes mueren con las alas puestas
Y con el canto en la garganta expuesta
para que no hubiera corazón inerte
al que no llegara su canto tan fuerte,
porque no tendría sentido ser clandestino
si sabiéndose pueblo, toro y masculino
dejaba que otra garra le arrebatara la suerte,
le dejara el hambre como yugo y destino
entre escarcha, sobre el fruto del vientre
donde el baldío, cambió el vacío por simiente.
Y sabiendo que, Las cartas de amor son vino
puso dos piedras de mirada naciente
a pesar de los cardos que tenía el camino.

Libre como los pájaros…
No podría menos un corazón enamorado
cuyo instinto presintió lo corto de la vida.
Y buscó instalarla en el amanecer mas claro
hasta que un manotazo duro, un golpe helado
cercenó los sueños de libertad aún regados.
Y heredados en las lenguas de su España
con su convocatoria de esperanzas y de hazañas
sin temores de tormentas, fieras, ni conversos
quiso la libertad y la luz para su hijo y el de vos.
Y para el hermano que alimentó sus versos.
Porque solo quien ama vuela…Y da vida
porque si vencen tus alas y encierran tu voz
es aceptar que morirás respirando por la herida.