CAPÍTULO III Tengo que pensar bien con qué tipo de excusa me colaré en su casa. Quizás podría decirle que he visto a mi gato en su balcón. Sí, eso es. Le soltaré la milonga de mi preocupación: que lleva varios días desaparecido, y ¡zass! Con el rollete misifú me...