Muchos individuos tratan de crearse una personalidad sobre las ruinas de los demás.

Esos que intentan siempre estropear el brillo de los otros: o los que se alegran del fracaso de los que valen más; los profesores que se ponen displicentes dando lecciones a los niños, se sienten geniales ante su audiencia favorecidos por la tarima; otro se crecen ridiculizando a su mujer; luego está la gente que pretende hablarte continuamente como si te diera instrucciones, consejos y hasta órdenes; el abogadillo que mantiene distancias y da la mano alargando el brazo como si alguien tuviera algún interés en abrazarlo; los amigos que ridiculizan siempre a un tercero; el hermano que trata de anular a otro hermano; las colegialas cool que amedrentan a sus compañeras; el patán que cree que lidera algo monopolizando las conversaciones en el restaurante y únicamente logra estropear todas las veladas; el empleado que genera críticas respecto a los compañeros con los que rivaliza; la vecina que cotillea de todo el mundo, trata de ser escuchada a base de desvelar vidas que no le pertenecen; las mamás que confunden la intimidad de sus niños con la suya y cuentan cualquier cosa de ellos cuando están con los papás de los amigos de sus hijos; el grupito de clasistas y nacionalistas que presume de tener prejuicios respecto de los foráneos o los pobres porque creen que eso les aporta un nivel social; el conservador que parece ser un ejemplo de moral pero desprecia a casi todo el mundo: los bobos que presumen de la gente a la que conocen, luego no ven nada interesante en sí mismos; el opinador cuya propaganda consiste en ironizar de manera tramposa, porque sabe que burlarse es más mucho más fácil que argumentar; los amigos competitivos que no pueden evitar portarse mal contigo en determinados momentos; los que toman tu educación por una debilidad; aquellos que intentan que se valore más su carácter que tu inteligencia; esos a los que les molesta tu personalidad; los que dicen eso de “quién se cree que es”.

Hay miles de ejemplos de indeseables que apenas hacen algo en su vida en favor de sí mismos que no vaya en contra de las personas concretas que les rodean, Tratan de generarse un espacio en el que dominar. Su seguridad tiene que manifestarse de modo molesto o dañino para los otros. Su autoconfianza se construye tratando de menguar la tuya.

Dan pena, porque eso es otra manera de manifestar su impotencia y sus limitaciones. Pero no merecen nuestra atención.

Que otros no se basen en ti. Básate tú en ti. Crea tu mundo. Hay otro tipo de seguridad que no tiene relación con la de los otros. Apoyada en tu pensamiento, y en ti. Se puede dejar de competir en ligas que no son del deporte que te gusta. Vete de las fiestas a las que no te interesa asistir. De hábitats que no corresponden a tu especie. Tú eres otra cosa. Como Desafíos Literarios.

Escribe. Entra en otros mundos. Inicia un viaje al centro de ti mismo.

 

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Nuevo taller: VIAJE AL CENTRO DE TI MISMO

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