Buscamos.
Arrugando los ojos, buscamos.
Conversando con nosotros mismos.
Buscamos.
 
Pero el secreto aparece solo
por un instante,
al sonreír.
Tu propia sonrisa es la que te revela más.
 
Buscamos.
Hay sonrisas que no nos sirven…
Pero otras producen ese efecto mágico.
 
No lo entendemos, pero al menos lo sentimos.
Solo ciertas sonrisas aportan luz.
Las nuestras.
Y seguimos buscando.
Pero ahora  con la percepción de que el misterio
se está desenredando.
 
Para indagar.
Para inquirir.

o explorar.

Sonríe y sabrás más.