Ha pasado toda su vida burlándose de los demás. Luego se han burlado de él. Sin embargo ha seguido igual, como si nada. Tratando de engañar a otros. Entiendo que ha renunciado a poder quejarse. Que él mismo ha llegado a la conclusión de que no hay por qué escarmentar de nada. De que se trata de aprovechar los márgenes que la civilización permite para pisar, clavar, escupir, atacar a todo el que conoce. Pobre desgraciado. No estaba especialmente capacitado para ese tipo de cosas.