Poema satírico sobre aspectos de Internet.


El Internet es una maravilla.
¡Estoy entusiasmado!
A las mujeres con que he chateado
les prometí comerlas enteritas…
Sintieron ilusión
y muchas acudieron a mi encuentro.

¡Cumplí aquella promesa!
Cambié mi dieta, que se enriqueció
con nueva carne fresca.

Ahora mi congelador se llena
de muslos muy jugosos,
de brazos, manos, piernas,
costillares hermosos
y de pechugas tiernas.

Evito se vacíe con premura
en un chateo nuevo
y, en papel plata, envuelvo
los trozos y los restos,
de noches de lujuria
en útiles encuentros.