La noche con sus sombras me entristece.

Detesto la crueldad del Sol, que alumbra
con rigor al lugar que me rodea.

Este sitio vacío de esperanza;
un mundo que sus ruinas me recuerda,
la dolorosa soledad de mi Alma.

Mi sangre sólo es agua envenenada.
Mi mente se disuelve como nieve.
Mi ser se desvanece entre la nada,
y todo cuanto fui desaparece.

La vida con grilletes me hace presa.
Vivo por vivir… ¡sin hallar la muerte!
Por tu partida mi dolor no cesa.
Quiero morir, para poder tenerte,
para estar junto a ti… ¡Perpetuamente!