TIEMPO

Corcel
que nunca supiste,
de cadenas ni cerrojos,
sigues,
moviendo a tu antojo,
las agujas del reloj.
Lúgubre cárcel de plomo,
cuando llora el corazón,
arena fina que escapa,
como agua entre los dedos
cuando la risa, descalza,
se pasea por el alma
sin buscar una razón…

Lola Franco