Gracias, más por lo que tengo

que por aquello que no tengo.

Gracias por el mar,

su brisa y el suave susurro

de sus aguas bellas.

Gracias por el amanecer,

que recarga con nuevos retos

Las mañanas, por el sol de medio día,

con sus risas y alegrías,

con sus tropiezos,,,

que me hacen más fuerte.

Sin quiebras, sin lamentos.

Gracias.

Por el atardecer,

preámbulo de la quietud y sosiego,

que embriaga con sus sombras

de estrellados silencios,

la noche azulada,

en la que dormirás tú,

¡Mi sueño!

Gracias.