Esta palabra, conmigo, ¿No te suena un poco rara? ¿Qué es eso de “migo”?

En latín se decía “mecum” lo que venía de decir me y cum que sería una “preposicion puesta detrás”, valga la paradoja. Es decir, que en vez de decir “cum me” decían “mecum.”

Cuando se va formando la lengua romance castellana, mecum debió pasar a “micum”. Después micum acabaría pronunciándose “migo”, Pero, claro está que “migo” ya no recuerda nada a cum (con). Así que la gente empezaría a decir “con migo”, en vez de decir con mí, igual que decimos sin mí.

Por lo tanto, cuando decimos conmigo es como si dijéramos cum-me-cum. o con-mí-con.

Sumamente reiterativo, ¿no? Será por esta especie de repetición de “con” que los que hablamos español somos tan buenos acompañantes. O tan posesivos. Pues no creo.

 Toda lengua es la evolución de otra anterior.