Algunas personas te pueden tomar por pedante solo porque te gusta comunicar a otros lo que sabes. Parece que lo que mejor queda últimamente es dar muestra de ignorancia. Según para quién, claro está.

Según la Real Academia de la Lengua Española pedante es alguien engreído que alardea de conocimientos de modo inoportuno.

Veréis: antiguamente era muy normal que hubiera “maestros a domicilio”. Ahora se llamarían Teleprofe o algo así (dominio de internet que me acabo de registrar) y te los mandarían a casa en Vespino, como las pizzas. Pero en aquella época no. Por tanto, no era nada malo ser pedante, sino todo lo contrario. Los maestros eran muy respetados.

La palabra pedante unos la atribuyen a su relación con PAEDAGOGUS, pedagogo. Y otros con PEDIS, pie, ya que acompañaban a pasear a los niños por la calle mientras les enseñaban. Sabido es que muchas palabras relacionadas con niños, como pediatría, tienen también una raíz de parecido sonido.

La palabra pedante nació en Italia y se extendió por Francia y España. Adquiere connotaciones negativas por el hecho de que supuestamente estos maestros trataban de demostrar su capacidad y conocimientos, y competían entre ellos, de modo que lo de comportarse como un pedante es hacer como hacían aquellos tutores o maestros domiciliarios.

Abundando en lo dicho, en 1473, en una localidad cercana a… Bueno, mejor será que no me ponga pedante.Photo by Internet Archive Book Images