Apaga la luz y entrégate al llanto, al recordar en silencio mi nombre. Llora, derrama sobre el ayer todo el dolor que tu pecho aún está sintiendo. Abraza a tu corazón herido. Siente mis labios, rozando los tuyos, teme porque deben ser ya de otro, que de seguro ha tenido el valor que tú no llegaste a tener, que no quisiste. Lamenta no haber sido capaz de amarme como me lo merecía. Te faltó todo. Golpéate el torso, en señal de duelo. Percibe mi aroma, mi esencia rodeando tus narinas, penetrando entre estas. Duérmete. Y sueña conmigo, atormentando tu entero ser. Y al despertar, vuelve a llorar por saber que no he de volver a ti ni volviendo a nacer.

Apaga la luz