-“Abrázame y no preguntes nada. No puedo explicar lo que siento, lo que temo.
Quisiera gritar, rasgar mi camiseta, abrir mi pecho en mil pedazos, y descubrir su defecto.”- Me aferro a tu torso cual si fuera un niño, y sollozando te doy un beso en los labios, poco a poco me quedo dormido.

-“Llora mi bien, llora.”- Me consuela tu dulce voz mientras juegas con mis cabellos, y al despertar de mi siesta, hace una vida que no te tengo, una vida que no compartiste conmigo.