Quizás un día entiendas que la vida no es un juego de tablero para que hagas con las personas lo que se te antoja.

Quizás despiertes una mañana y tu mundo se derrumbe por reírte de aquel que sí te quiso.
Quizás, en otra vida, aprendas a valorar lo que tuvimos, lo que creí era nuestro y que me arrancaste de las manos.

Quizás un día entiendas que no fue mi culpa enamorarme de ti, quizás, un día, quizás.