Hoy he desojado una margarita,
al ver tu mirada.
La que dice: te quiero. Fue el ultimo pétalo.
Por eso se que tal vez hemos pecado de palabra
al mentirnos diciendo que ya no nos queremos.
Pero es justo y es fácil perdonar nuestras conciencias,
para emprender de nuevo el camino.

El que por una nueva y buena causa se justifica sellando nuestro
amor.
Para recoger así el fruto de nuestras vidas.
Con el paso del tiempo es imprescindible,
ser fiel en todo momento a nuestra entereza y dedicación.
De nuestros cuerpos para ser feliz y mantener un punto de apoyo
de principio a fin desde y para cual se abre un camino
basado en nuestros cuerpos físicos para establecer
un solo y único contacto del placer del uno al otro,
para procrear felizmente y que nuestro amor sea recompensado
con un nuevo retoño, el cual se le dará un nombre
y vendrá con un pan bajo el brazo, para alimentar a una familia
desesperada en problemas. Con su bienestar se hará la paz y todos
y cada uno de los miembros quedara contento, al final de la jornada,
si ha tocado siembra, un día se recogerá y si se recoge es por que antes
se sembró…y así sucesivamente pienso que es la vida en pareja.