Mi lengua naufraga y sibilina
encuentra cauce y se arremolina
en algas de tu delta tempestuoso,
una bandada de pájaros revolotea
en tu playa desierta que se arquea,
y se agitan mis olas sin reposo,
tus cumbres delatan el fuego que campea
y corre por la escollera como río turbulento,
tus marismas invadidas dan paso a la marea,
los gemidos se encumbran contra el viento,
Oleajes cálidos, impetuosos y embravecidos
hablan en la batalla de caracolas sin aliento.
Alas y olas, sales y soles, náufragos en la playa.
Un viento huracanado sacude el cielo,
una marea de espasmos agita los latidos,
vértigos insomnes se esparcen al vuelo
el rayo es pleonasmo de un orgasmo compartido.
Caracolas que languidecen en arrecifes de sosiego
se arrebujan los corales entre silbos de contento.
Peces-pájaros en celo, invaden los cuerpos
que se aman y navegan como velas contra el viento.