Guerrero del papel,
con la rebeldía digna.

Aprendiz de pájaro,
con el ala siempre viva.

Huésped de la soledad,
con el canto a la deriva.

Aspirante de la claridad,
y de la vida sin esquinas.

Pretendiente de tu norte,
como una golondrina.

Desmemoriado como el que más,
con el olvido entre sus ruinas.

Marginado por ignorar,
la voz de la jauría.

Exiliado por combatir,
la estupidez y la mentira.

Soñador irreductible,
a pesar del odio y sus esquirlas.

Pariente pobre de la libertad,
con los bolsillos llenos de alegrías.

Vagabundo errante,
cuando tu vuelo no me convida.

Peatón de la poesía,
con manojos de abrojos y espinas.

Pájaro de otra estación,
que congrega, reclama y convoca vida.