Dedicado a los niños y niñas duende

Eterno ángel, en tu cárcel de carne y hueso,

tan frágil como un cristal de Murano

Y más lejos, todavía, que Urano

¿Qué piensas de este mundo ajeno?

 

Tú por siempre serás un extranjero

e irás cabalgando en tu caballo,

de nube, de agua, de viento, y tan blanco

sin pronunciar un solo lamento.

 

Si yo aún creyera que dios existe,

pensaría que eres otro redentor.

Pero no me pongas ojos tristes,

 

Porque, ya sé que eso, no es posible.

un duende que, distraído se perdió.

Para mí, eso es lo que serás siempre.

Photo by Marisa_hc