¿No lo sabías? Yo te lo cuento. Te voy a explicar en qué lugar de mi corazón estás.
Entre latido y latido, existe un paréntesis en el que parece que no hay nada. Un espacio en el que hay un vacío o algo similar. Parece sordo para el mundo, para mí no. Es mi hueco. Yo te tengo ahí.
En ese paréntesis tengo tus besos y tus caricias. Tu voz y tu mirada. Tus abrazos y tus travesuras. Tu pensamiento positivo y tu pena negra. Tu esperanza y tu miedo. Tengo atesorados momentos vividos, tengo cultivándose preciosas semillas de ilusiones y probablemente algunos sueños que pido constantemente que se cumplan, que sucedan, que sean vividos.
Sé que parece imposible, pero todo eso coge ahí, en ese huequito. Es un simple paréntesis, lo sé. Pero tiene una fuerza única. Tu recuerdo, tu presencia, tu nombre está ahí, ayudando a que el siguiente pálpito que se produzca.
Respiro y sucede. Lo noto en el correr de mi sangre. Es un momento tuyo y mío. Intimo. Profundo. Como si en esa profundidad hubiera un milagro de vida, solo mío por producirse justo en ese momento. Y llega la pulsación. Y entonces es cuando se vuelca todo mi amor por ti, todo… no quiero quedarme para mí con nada. Quiero vaciarlo todo por y para ti.. Y tu solo nombre lo provoca todo. ¿En serio no lo sabías?