Por muchos años había soñado con una mujer de tez blanca y un traje sastre café, que era sujetada por dos hombres por los brazos y la arrastraban detrás de una enorme puerta de madera. Ella gritaba y lloraba, yo estaba parada enfrente de ella, era una niña pequeña vestida con un único vestido de color blanco que tenía en esa época. Una noche en sueños, la imagen de la mujer, se me apareció en medio de una nube y me pidió que pidiera a esos hombres que le devolvieran a su hija, ya que mientras no se la devolvieran, ella no podría descansar y seguiría atada a este mundo.  A la siguiente semana del sueño, me entere que yo era adoptada y que mi madre biológica había muerto pocos días antes recluida en una institución psiquiátrica.