Todos,de una manera u otra,
nos dejamos atrapar por un ritmo alocado de vida,
mas cuando despertamos de ese letargo involuntario,
descubrimos que no le hemos dado a nuestros días
ése sabor único que nos provoca realizar
ésas pequeñas cosa que nos hacen sentir plenos…
Debo darme ese tiempo que me hace tanto bien
caminar descalza por la playa,
deleitarme con la incomparable melodía del mar,
salir con mi rostro al viento,
permitirle a la lluvia que empape mi ser de frescura,
volver al pasado con mis recuerdos,
y sonreír por momentos compartidos con los que ya no están,
entonar las canciones que hace siglos no canto,
escribir los poemas que han quedado sin parir,
olvidar por un momento,
cuánto dolor hay en el mundo y reír por tonterías,
borracha de momentos únicos,ricos,irreemplazables,
como los que hoy me estoy debiendo….