No querer volver a empezar es una manera muy diferente de volver a empezar. Es como empezar con otra energía… tan otra energía que no lo puedo llamar” un volver a empezar”.
Pasa que me imagino que anduve un camino equivocado, y al decir “volver a empezar”, me deja en el punto de partida del mismo camino equivocado… Por eso, no quiero volver a empezar.
Quiero empezar, y empezar, como el tejido de Penélope. Siempre uno nuevo… por eso, acá estoy, en un camino que nunca caminé. Seguramente, para los que observan caminos ajenos, yo esté volviendo a empezar. Pero no. Se equivocan. Estoy haciendo continuamente caminos nuevos. Ni me acuerdo por dónde anduvieron mis pies…
No me pidas que te le cuente otra vez.