Ana Centellas es una mujer muy especial, me parece de esas personas confiables que desprenden formalidad. Una de esas personas que al tratarla sientes que no te defraudará. Una mujer comprometida con la vida y con las cosas que realmente importan. Natural y auténtica. Luchadora y guerrera. Defensora de las injusticias que atacan al mundo. Una mujer con todas sus letras.

La conocimos por medio de las redes sociales y rápidamente se identificó con nosotros y nosotros con ella. Su primera novela ya está en circulación y en estos momentos se encuentra inmersa en un nuevo proyecto literario. Es tremendamente sencilla y no deja nunca de repetir que está aprendiendo a redactar y a vivir. Pero yo creo haber desarrollado un cierto olfato y sé que se toma muy en serio esto de escribir. Quizás incluso más de lo que ella piensa.

Su estilo es como las tres C de las que hablaba un profesor que tuve yo de pequeñito. Ya sabéis: claro, conciso y concreto, sin demasiadas florituras, aunque se percibe que, como aprendiz que se empeña en considerarse, hay un cierto ejercicio de explorar nuevas posibilidades y términos. Me pregunto si hay un ligero ribete contracultural en ella. En lo que escribe, en su mirada. Parece algo tímida, pero lo sabe controlar y la impresión final que trasmite es la de una mujer con aplomo. La vi personalmente en la presentación de nuestro libro 2, EL AÑO EN QUE ESCRIBIMOS PELIGROSAMENTE, del que es coautora. Su presencia es especial, aunque algo fugaz.

Es financiera de profesión y formación, pero las letras son lo que le atrae, lo cual es un recorrido del ámbito de lo rentable al de los sueños, que me resulta familiar. Ana Centellas nos conquista en cada uno de sus escritos, porque en todos ellos hay una VERDAD  que traspasa. Te deseamos éxito con tu nuevo proyecto, querida Ana, pero cuéntanos más cosas de ti, lo esperamos con interés.

Defínete si te atreves.

¡Pues claro que me atrevo! Pocas cosas hay ya con las que no me atreva. Y eso que parece fácil, pero la tarea de definirse conlleva un trabajo de introspección muy complicado. En rasgos generales, me defino como una mujer sencilla, humilde, respetuosa, cariñosa, trabajadora, leal, digna de confianza. Podría continuar, pero eso ya serían cosas negativas.

Cuando vives una situación que plasmas en tus letras ¿Te dejas llevar por ella fuera de la mesa de trabajo, afectando tu vida personal? 

Jamás. Más bien es al contrario, mi vida personal es la que se ve reflejada en numerosas ocasiones en mis letras, de una manera o de otra, se cuela aunque intente evitarlo.

¿Te documentas en la lectura, en viajes, escuchando historias de la vida real o simplemente recoges los datos que te dicta tu fértil imaginación?

Depende. Lo normal es que no lo haga y todos los detalles que plasmo en mi escritura salgan de mi imaginación. Pero si pretendo escribir, por ejemplo, un relato histórico, entonces sí se hace necesario un trabajo de documentación previo para situarte en el contexto histórico, el lenguaje utilizado…

¿Piensas que escribir requiere un mínimo de locura? 

Creo que vivir, en general, requiere un mínimo de locura. Si no, perdidos estamos.

¿Te preocupa lo que pensarán tus seres queridos de las historias rocambolescas que puedes parir en tus momentos de locura creativa? 

Para nada. No tengo ningún problema en compartir mis escritos con mi familia, sean del tipo que sean. Además, ya saben que una está un poco loca, así que no lo tienen en cuenta.

¿Crees que crear literatura es el resultado de algún problema afectivo o de un desbarajuste genético? 

Si fuese el resultado de un desbarajuste genético, todos escribiríamos. Y si fuese de un problema afectivo, ni te cuento.

¿Qué es exactamente lo que te hizo querer comunicarte escribiendo?

Yo me inicié en la escritura tarde, como una especie de terapia auto impuesta para superar un momento de bajón anímico. Y como de niña siempre dije que quería ser escritora, me dije que aún no era tarde para intentarlo. Así que aquí seguimos. Aprendiendo cada día.

¿Eres metódico o te dejas llevar a la hora de escribir?

Me dejo llevar, siempre. Me gusta partir mis escritos de una imagen, por ejemplo, y a partir de ahí dejar que la trama se desarrolle sola. En el caso de escribir una novela, sí reconozco que hace falta un mínimo de estructuración, pero al final debe fluir.

¿Tienes algún tabú o algo sobre lo que jamás escribirías?

A día de hoy, creo que ninguno. He escrito romántica, erótica, terror, policíaca, histórica, sobre guerras, inmigración, pobreza, amor, mucho amor, desamor, infidelidades… Quizá donde no me metería es en temas políticos, y también podría hacer excepciones.

¿Cuál es la razón que te llevó a mostrar tus escritos? Dime un libro, un personaje y un autor que formen parte importante de tu vida.

Después del primer impulso que me llevó a lanzarme de forma directa a escribir una novela, comencé a escribir relatos, una forma de ir aprendiendo y depurando fallos. Pensé que no me gustaría hacer una colección de relatos guardados en un cajón y se me ocurrió crear un blog donde ir subiéndolos. Lo que no llegué jamás a imaginar fue que encontraría en el mundo de la blogosfera una familia tan acogedora y buena gente como la que he encontrado.

Un libro, un personaje y un autor van de la mano. “El Principito”, de Saint-Exupéry, es mi libro de cabecera.

De pequeño soñabas con ser…

¡Escritora! Recuerdo que todas las niñas contestaban a la típica pregunta con: yo quiero ser bailarina, yo enfermera… Yo siempre decía que quería ser escritora. ¡Desde pequeñita me diferencié del resto! Aún no sé qué tipo de locura transitoria me abdujo cuando estudié economía…

Dime un lugar del mundo donde te gustaría escaparte y encerrarte a escribir.

Te lo podrás creer o no, pero siempre digo que me voy a ir a hacer un retiro espiritual al Tíbet. Seguro que salen brillantes historias de allí.

¿Tienes algún truco para burlar el mal de la página en blanco?

Siempre he pensado que el mejor remedio cuando hay algo que no sale, sea lo que sea, es la evasión. Desconectar, dedicar un ratito a hacer otras cosas. A la vuelta, con la mente despejada es más probable que tengas éxito con lo que te propones.

¿Qué novela famosa te hubiese gustado escribir tú y no su autor?

No voy a escalar poco. Si tuviese que elegir una novela famosa que me hubiese gustado escribir a mí, sería sin duda “Cien años de soledad”, de García Márquez.

¿Sigues algún ritual antes de ponerte a escribir?

Teniendo en cuenta que tan pronto me siento a escribir sobre un cuaderno, como directamente en el ordenador, o incluso en el móvil si estoy fuera de casa y me llega a la mente algo que me gusta, te puedo asegurar que no, nada de rituales.

¿Qué personaje de novela te gustaría haber conocido en persona y llevártelo a cenar?

Sería muy evidente si te dijese que a Christian Grey, ¿no? Es broma. No me preguntes por qué, pero ante esta pregunta me ha venido a la mente el protagonista de “El jinete polaco”, de Antonio Muñoz Molina. Sí, algo me pide llevármelo a cenar por las profundidades de la Sierra de Mágina.

¿Qué prefieres? ¿Ser un escritor que tenga un importante éxito póstumo o ganar hoy el dinero con librosbestsellertipo Kleen-ex?

Evidentemente, ninguna de las dos opciones, pero si tuviese que elegir, sin duda preferiría tener éxito póstumo a dedicarme a escribir las historias que la gente quiere leer solo por el mero hecho de ganar dinero. Además, seguro que mis hijos lo agradecen.

¿Te pertenecen todas las frases que has escrito o sientes que has copiado un poco alguna vez?

Todo lo que he escrito es mío, jamás he hecho un plagio. Es cierto que hay ciertas escenas de mi novela que me han dicho que son exactas a los episodios de “Sexo en Nueva York”. A mi favor, tengo que aclarar que jamás he visto la serie. ¡En serio! ¿Puede que tenga futuro como guionista de series de televisión?

¿Qué tratas de esconder de ti mientras escribes?

Con sinceridad, creo que no escondo nada de mí misma en mis escritos. Al contrario, muchos de ellos pueden tacharse de ser demasiado autobiográficos. Peco de enseñar demasiado de mí misma. Pero así soy yo, no hay más.

Pon un enlace a un texto tuyo de desafiosliterarios.com y otro enlace a otro texto de desafiosliterarios.com de alguien que no seas tú. 

Si tengo que escoger un texto mío, elegiría uno de mis primeros textos en Desafíos, no por la calidad literaria, sino por el tema que trata. Sería “No lo recuerdo” https://desafiosliterarios.com/columnas/deriva/no-lo-recuerdo/

Elegir un texto de un compañero ya es una tarea mucho más complicada, porque todos tienen un nivel que deja el listón muy alto. No sé si podría elegir. Pero, tirándome a la piscina, puedo decir que me gustan mucho los textos de Avelina Chinchilla, por ejemplo. El último que tenía publicado a día de hoy, la primera parte de “Última estación”, me encantó y me dejó con ganas de más

https://desafiosliterarios.com/columnas/ya-nunca-seremos-los-mismos/ultima-estacion-primera-parte/

¿Tienes algún libro en el mercado?

Tengo auto publicado un libro en formato digital en Amazon, titulado “A Este Lado del Estrecho”, una historia de amor ambientada en la provincia de Cádiz. Después de un tiempo de reposo, me he lanzado a la publicación en formato papel, revisada y corregida, incorporando las nociones que poco a poco he ido aprendiendo, y que estará disponible en muy breve tiempo.

¿Algún proyecto más en mente?

Llevo más de un año madurando un proyecto que, por su contenido, me está costando abordar. Pero creo que ya lo tengo más o menos claro y, si el tiempo lo permite, podré ponerme con él en breve

¿Estás abierta a otros estilos literarios?

Por supuesto, me encantaría introducirme en el ensayo, en el mundo del cuento infantil, y sobre todo, en la poesía.

La poesía ha sido mi gran descubrimiento del año. Yo venía de una apatía poética generalizada, salvo grandes excepciones, y ahora me tiene completamente enamorada. ¿Teatro? Quizás.