Juan Pablo Goñi Capurro. Escritor, actor y dramaturgo. Ha publicado “Alejandra”, “Bollos de papel”, “La puerta de Sierras Bayas”, “Mercancía sin retorno”, “La mano” y “A la vuelta del bar”. Cuentos, micro-ficción, novelas y poemas. Colaborador en Solo Novela Negra.

Dos veces Ganador Premio de Novela Corta La verónica cartonera (Barcelona, España), 2015 (Mercancía sin retorno) y 2019 (Soltando la mano)

Ganador ediciones XVI y XVII Teatro mínimo Rafael Guerrero (España)

Ganador del desafío ” De Caperucitas y Lobos” en desafiosliterarios.com

Actualmente, representa El Gran Loquero Nacional, una obra de teatro imperdible. Espectáculo de monólogos humorísticos.

 

—¿Qué fuiste antes, actor o escritor?

Pregunta difícil, he escrito y actuado desde pequeño, pero si hablamos de trabajo serio en sí, primero escritor.

—¿Te formaste a conciencia para trabajar en ello, o llegaste a ese mundo empujado más por tu talento que por tu formación?

Me he formado a base de prepotencia de trabajo, de talleres varios en diferentes aspectos de las disciplinas y de experimentaciones.

—¿Dónde encuentras la inspiración para comenzar a trabajar?

La inspiración en mi caso proviene de distintas vertientes. Puede inspirarme alguna historia en particular que conozco, otras veces es el tema que quiero tratar, en otras una imagen o un personaje o un conflicto que palpo en el ambiente.

—¿Qué te hacer reír?, ¿qué te hace llorar?

Me hacen reír situaciones desubicadas, cosas puestas fuera de su lugar, y por supuesto, varios cómicos de procedencia diversa. En cuanto a llorar, me vienen las lágrimas con las emociones, con la gratitud. Y me pone mal la injusticia y, en especial, la discriminación.

—¿Quién es Juan Pablo Goñi, cuando baja del escenario?

Es un tipo que intenta hallar su camino, que procura ser sincero y busca momentos de felicidad. Un tanto errante sin moverme de la misma manzana, diría.

—¿Escribes el guión de las obras que interpretas?

Sí, de las que estoy a cargo de producción y/o dirección, en tanto grupo teatral. También he actuado y actúo en obras de otro, en ese caso me limito a la actuación.

— ¿Con qué género literario te encuentras más cómodo a la hora de escribir?

No sé si cómodo, porque cada texto es un desafío, pero diría que me desempeño con más herramientas en el policial, el terror y el género erótico, con incursiones en la ciencia ficción en orientación especulativa. En teatro, me siento más habituado a la comedia.

— ¿Hay algún tema tabú sobre el que no escribirías?

Me cuesta tratar las enfermedades, pero no diría que es un tema tabú. Con algunos temas me es más difícil, en especial si me piden cosas optimistas.

—¿Cuáles son tus obras publicadas?

Como obras integrales de mi autoría “Alejandra”, “Bollos de papel”, “La puerta de Sierras Bayas”, “Mercancía sin retorno”. De modo artesanal, las compilaciones “La mano”, “A la vuelta del bar”, “Destino”, “Agosto” y “Cabalgata”. Hay obras teatrales editadas en complicaciones argentinas, mexicanas y españolas, así como centenares de poemas, cuentos y microrrelatos recogidos en antologías y revistas virtuales.

—A parte de tu trabajo como actor, ¿estás escribiendo algo en este momento?

Siempre escribo, a veces más, a veces menos. En estos momentos estoy haciendo cuentos y trabajando en una novela.

—Te conocimos con un poema que todos recordamos “Salí de ella” original, sin duda alguna. Tanto que, nos hizo leerte cada semana, por ver con qué nos sorprendías de nuevo, y lo fuiste consiguiendo en cada ocasión. ¿Cómo olvidar “La hormiga traviesa” o “Amor de ofidios”, por citar algunos. ¿Eres consciente de tu originalidad a la hora de escribir?

Agradezco los conceptos. Intento ser original para evitar la escritura repetitiva, no siempre lo consigo. Me gusta explorar los límites de los géneros y entrecruzarlos, cosa que a veces perjudica la difusión, en tanto hoy la comunicación se encasilla dentro de parámetros bastante rígidos.

—¿Sobre qué temas versan tus monólogos?

Vivo en un país donde la “locura” está a flor de piel, al borde del estallido constante. Los personajes de mis monólogos son sujetos que expresan este estado de las cosas, y, claro, no son conscientes de lo alterados que están. Trato por lo general temas presentes en la sociedad, buscándoles el costado humorístico, de forma que estimulen alguna reflexión cuando se acaba la risa.

—¿Qué es lo más agradable que te ha dado el mundo de la escritura?

Más allá de los reconocimientos, que agradezco y son una caricia, me hace feliz cuando la gente disfruta de los textos y me lo hace saber.

—Cuéntanos tus próximos proyectos.

Estoy en proyectos de unipersonal en materia teatral, y de producción de nuevas ediciones artesanales para poner al alcance de la gente de mi ciudad aquellos textos que circulan lejos de nuestras coordenadas.

—¿Qué es lo más gracioso que te han contado en tu vida?, bien sea un chiste o una anécdota real.

No puedo definir lo más gracioso, no se me aparece un hecho puntual que se destaque.

—¿Qué esperas que te traiga el próximo año? Si no te lo trae, ¿Irás a buscarlo?

En realidad, estoy atravesando una situación que me impide ver mucho más adelante. Me propongo tener más presencia en los escenarios que en este año me ha resultado particularmente difícil. Y la idea de publicar alguna de las novelas inéditas está vigente.

Gracias, Juan Pablo

Mara Marley