Bebió un sorbo de agua y se dirigió nuevamente al científico.

– Resulta impresionante conocer sus avances en el uso de úteros sintéticos. A todos nos surgen dudas al respecto, pero me limitaré a preguntar ¿Por que?
– Sencillo. Entre gestados en úteros humanos y úteros sintéticos, no existen diferencias ya que hemos sistematizado procedimientos que homologan el ambiente en el que se desarrollan. Además la mujer no pierde tiempo en procesos extensos que pueden durar años y que merman su capacidad de producción. Por último, se impide seguir directrices sociales vetustas, evitando así que los individuos experimenten situaciones traumáticas.
– ¿Cómo el nacimiento?
– No, como tener suegra.

En el estudio hubo una carcajada generalizada. Solo el entrevistado se restó; no movió ni el más mínimo músculo facial.

– Vamos a una pausa comercial. A la vuelta seguimos hablando con el Doctor Smith.

Cuando las cámaras dejaron de transmitir, el periodista se dirigió nuevamente a su invitado.

– Buena broma la de la suegra.
– ¿Broma? ¿Usted no es casado verdad?
– No.
– Si lo fuera entendería que no es ninguna broma.

Ante la mirada seria de su interpelador, se acomodó el blanco delantal mientras anunciaban el retorno de la transmisión.