Cerrarán las gargantas los cuervos
y su canto se irá esparciendo
ahí estarás tú,
inmerso en tu vacío
Evocando;
La hondura, el aroma a rosas esparcido
por mi cuerpo.
Sentirás desdicha, y querrás que vuelva.
Tendrás tus ojos encendidos.
No daré un paso atrás.
“No soy tu caracol rescatado”
Ni quiero serlo nunca más.
No daré la vuelta para ver tu rostro.
Antes he de caminar más aprisa
para que las sombras
de tu desdicha no me alcancen.
Volverás el rostro
y mi silueta se habrá difuminado
Pensarás qué nada fue cierto
Negarás este perro sentimiento
que te ata y te derrumba.
Y tu voz será otro más de los cantos
en la parvada de cuervos que ya levanta el vuelo.