Versos fugaces que flotando al viento
se posan suaves sobre la piel amada,
trazan besos en la arena mojada:
el corazón busca, anhela hambriento

del puro amor el ardiente aliento
para encontrar calmo su morada
donde reposar su alma cansada
y ahogar su atribulado lamento.

Sigo tu rastro, husmeo los rincones:
Amor, por qué me dejaste tan sola.
Echo cartas en todos los buzones.

Encuentro mi eco en otros corazones
y el mío solitario se desola
porque todos me responden burlones.

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