A veces
soy el sol, la tierra,
la luna,
las estrellas. En mi entrepierna
laten los cielos húmedos de las vulvas
y fuego impetuoso de los falos.

Puedo amarte en esta noche,
murmurar palabras en tu oído.
Encontrar en el abrazo colosal
residuos del monstruo que palpita
en el centro del cosmos.

Has de saber que no somos
ni tú
ni yo
sino un ser de dos cabezas
que una vez
y otra
se penetra a sí mismo
en esta bestia con forma de nave
a la que llamamos
amor.

Relámpagos y oscuridades:
mujer, hombre.
Tiresias ruge desde el fondo del tiempo
y está presente con todos sus acólitos
cada vez que hacemos el amor
y el sol se une con la luna
y en una orgía con la tierra,
logran en el alza de la espuma
el antiguo semen de los siglos

Ahora te acaricio.

A lo lejos
tiemblan las estrellas.

GOCHO VERSOLARI