Oía sus gemidos susurrándome al oído palabras incompletas
Frases inconexas y gritos ahogados por la ansiedad de la necesidad
Mi mente captaba lo que su cuerpo pedía, exigía, rogaba…
Mi cuerpo obedecía sin reparar en fuerzas ni ganas
Una orgia de deseos imperiosos desatada
Mi cabeza amarrada suavemente entre tus manos
Mirándome sin decir nada
Callada exigiéndolo todo
Con tus ojos rogabas lo que con tu boca callabas
Lo necesitabas
Lo urgías
El deseo te consumía
Deseo pregonabas
Maniobraste… Colocándome en el puno de partida
Allanándome el camino
Librándome de escollos
Abriendo camino entre tus piernas
Dándome permiso
Dejaste que hiciera
Poco a poco
Dibujando su entorno
Delimitando mi campo de batalla
Susurrando palabras inconexas
Degustado su lujuria expuesta
Sus carnosos pliegues sonrosados
Su belleza cristalina por momentos
… Ensanchaba
… Mojada
Abertura acompasada
Movimientos cadenciosos
Me atraían a su llamada
Con la punta dibujaba
Introducía… Movía
… No reprimía
Resucitaba sensaciones olvidadas
Sentía como crecía el flujo
La ansiedad de tu entrepierna
Un vergel convertido en cascada
Una riada en pleno desierto
Un alud de olas espumosas
Tormenta desatada
Esculpiste mi rostro con tu aroma
Lo refrescaste con tu alma
No manaste líquido
Expulsaste sentimientos
Desataste pasiones
Olvidaste recatarte
Sentiste… Reviviste
Soltaste amarras
Esa oscuridad que consumía tu mente
La obligatoriedad que encarcelaba tu cuerpo
Desempolvaste la necesidad de tu alma
Una sonrisa modifico Tu rostro
Una sensación olvidada rejuveneció tus ojos
La expresión de tu mirada irradiaba
embelleció el perfil de tu cara
La imagen que tu rostro reflejaba
Expresión muda… sin necesidad palabras
Desempolvaste tus sentidos
resurgieron sentimientos olvidados con los años
Cerraste recuerdos ancestros
Saliste del convento donde te clausuraron
LUCES Y SOMBRAS
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