Ya sé que no quieres que te escriba más al móvil, pero no aguanto las ganas de decirte que deseo verte, tocarte, olerte y mirar cómo te pones nerviosa cuando por fin después de mucho tiempo me tengas enfrente.
Quiero que hagamos algo diferente, vamos a la playa en la noche, no importa cuál.
Quiero comer algo de pizza con vino mientras miramos las estrellas y escuchamos el mar para después meternos al agua y jugar con tu cabello mientras te doy vuelta y te beso el cuello.
Oír el pequeño gemido que sueltas al tenerme tan cerca tuyo cuando te desvista lentamente. . . Acariciar tus pechos, besar tus lunares, tocar tu sexo y que me agarres fuerte de la cabeza para no soltarte nunca.
No tengo miedo de convertirme en un animal deseoso de ti, de tu piel, de tu cuerpo, de tu sexo. . . Perdí la cabeza y quiero tenerte todos los días.
Hacerte el amor unas tres veces o quizás cinco; bajo el agua, y luego salir para continuar en la arena mientras miras la luna cuando te hago mía.
Volver a repetirlo al día siguiente, y al día siguiente, y al día siguiente. . .
Transmitirte sentimientos mientras hacemos el amor todo el día y sepas que todo es real y que sigo aquí.
No importa cuándo leas esto. . . Te espero en la noche, ya sabes cómo encontrarme y ven sin mucha ropa, si total, te voy a querer sin ella.