DEL ROJO AL NEGRO, SIN ESCALAS, por Mara Marley

Reseña de Jordi Hortelano

Cuando empecé a leer este libro lo primero que pensé es voy a anotar frases para ponerlas al inicio de la reseña. Quería mostrar con ellas el ingenio de Mara Marley. Como si se pudiera incluir en unas cuantas frases todo lo que encierran sus páginas, ingenuo de mí.
Es cierto, quien haya leído a esta escritora lo sabe, que hay infinidad de ellas para enmarcar. Mara tiene una mirada única que la hace única y eso es lo que transforma en especial este libro, esas cosas que nadie ve, tan solo ella.
Esa manera de beberse la vida con unas gotitas de veneno dulce. Esa manera de matar que tiene dejando una flor y un poema sobre el cadáver. Ese guiño cómplice después de secuestrarte una emoción y venderla como esclava al mejor postor, o al peor impostor según convenga.

El libro, su primera publicación, está compuesto de cuarenta relatos divididos en tres secciones que van del rojo al negro pasando por el violeta. Yo lo definiría como un libro canalla. Seductor, divertido, irónico, romántico si el premio vale realmente la pena y muy inteligente. A través de una indudable calidad literaria, he disfrutado mucho leyéndolo, la autora nos adentra en su peculiar mundo como si de un circuito en un balneario se tratara. Pasas del agua calentita a la helada, para en un abrir y cerrar de página verte disfrutando de un baño de burbujas de champagne previa a un masaje con chocolate.
La sección roja se centra más en historias románticas y emotivas, sin perder eso sí, la original y sorprendente manera de esponjar la vida que tiene Mara Marley. Y sin que ello signifique menospreciar a las otras, es mi sección preferida de las tres. “Sobre el amor vertical y otras leyes de atracción” me parece un deleite, por ejemplo. Late.
La sección violeta pare relatos más sensuales y eróticos en los que dota a sus personajes de la desfachatez y el descaro adecuados para que la historia tenga un sabor inolvidable. Sin que se aleje, repito de esa comicidad tan de Mara y tan suya a la vez. Es más sensitiva, contiene sabores y olores sobre todo. Fluye.
Y la sección negra radica básicamente en el crimen, la perversión y el lado oscuro del ser humano. Narrado curiosamente con el toque romántico y emotivo de la sección roja y esas gotitas de sensualidad y erotismo de la violeta. Marley decora el lado oscuro con luces de neón y logra que no pierdas la sonrisa en ningún momento. Adorna la parte mala con rosas rojas y violetas. Mata de placer.

Y es ahí, tras pasear por sus tres colores, cuando te das cuenta de la policromía que contenían. En el rojo había matices de violeta y negro. En el violeta hervía la sangre roja y la oscuridad del alma. Y en el negro había pasión y maldad excitante. Te percatas que has estado caminando por un campo de trigo en el que han brotado lirios por arte de magia.

Y eso es en definitiva lo que logra Mara Marley con sus letras. Crea una pócima mágica con ingredientes, a priori, imposibles de hermanar. Maridajes insospechados que acaban en una explosión de júbilo en el paladar del lector.

¿Qué vais a encontrar en este libro? Pues todo lo que he dicho, imaginación, inteligencia emocional, capacidad de sorprender, audacia, ironía, calidad literaria, humor, amor, muerte, erotismo, profundidad, y un largo etcétera de cosas que no sigo enumerando por miedo a que me detengan por exceso de carga. Ya se sabe que durante el confinamiento se ha de llevar lo imprescindible.
Destaca también su pasión por el cine entre sus letras, cosa que le agradezco enormemente ya que, como ella bien sabe, es compartida. De inicio, no sé si es voluntario o no, la cubierta me trajo a la mente el principio de “Anatomía de un asesinato” con esa vertiginosa sucesión de imágenes en la que el contorno de un cadáver dibujado es el elemento principal. Además de haberle puesto a algunos de los títulos nombres de películas.

Mara Marley fue la primera escritora que yo descubrí cuando me internet hace cuatro años en este mundo de las redes sociales. Fue la primera persona que me llamó la atención por sus letras. Se parecía tanto a como a mí me gusta escribir. Tengo el honor de haber escrito un relato a medias con ella y que el noventa y nueve por ciento de los lectores no supieran distinguir qué parte era mía y cuál era suya. Podrá parecer una soberana tontería, pero para mí, después de tanto tiempo, sigue siendo un orgullo.
Tras leer a Mara no tardé más de un texto y medio en bautizarla como Mara Villa. Pues nada que me reitero y hasta me doy la razón.

Reseña escrita por Jordi Hortelano

https://www.elcorteingles.es/libros/A34884184-del-rojo-al-negro-sin-escalas-tapa-blanda-9788494968655/