De la Rotonda, vivo a unos metros.
Para mis aliados he sido el Malo.
Vivo en el Arca del Olvido, en el Bar de los Sueños Rotos.
Rozando la filosofía de los dipsómanos.
Hace un mes que en la Omisión me ubicó Cupido.
Apartó su foto de mi bolsillo, regresándola al instante.
Ya no quiero ese Amor “civilizado “con cheques mensuales.
No quiero calor de una estufa, perpetuando su sombra.
Los Clientes del Bar exclaman, que me estoy alejando, sentenciándome por mis copas.
Tonto eres en buscar su cara, en otras Damas.
La realidad, por mis besos Robados, entre Flores de un día, Hurtando la miel en los hoteles…
¡La perdí!
Carlos Manuel Cañizares.