La noche caía,
la luna salía,
bajo un manto
de estrellas…
Yo, esta poesía
creaba, para
todos de la nada.
Mi bolígrafo
escribía, mi corazón
latía con valentía.
Mis sentimientos
afloraban,
mi espíritu amaba,
esta postura tan engalanada.
Deseaba que la musa
me visitara…
Qué me mirase a la cara
y de mi quedara prendada.
Ahora, se quien soy,
el que escribió este
poema en una noche
estrellada, de luna
plateada, con un
manto de estrellas…
…Y esperando
la musa, ahí quedó
sin más motivo
que la razón
de ser quien soy.