Pese a las inclemencias

a la tempestad que arrasa

a los vientos que vapulean

a la tormenta que hunde

a los rayos que amedrentan

mi barca… navega sola.

 

Que a veces, el brillo le falta

más la madera no quiebra

¡ay de mi barca orgullosa!

¡ay, barquita de madera!

de fortaleza eres ejemplo

y de libertad, ave viajera.

©Isamar Cabeza