Hijo, se hace difícil emprender cuando la ceniza suple tu voluntad.
Cuando tu risa la oscurece la miseria.
Cuando se sentencia tu amor y aparece la traición.
Cuando tu honestidad es empañada por la avaricia.
Cuando tus pasos lo quiebra el dolor.
Cuando tu visión la nubla el desespero.
Cuando tus hombros pierden su nivel.
Cuando el resentimiento frena tus sueños.
¡Pero hijo mío, mira a mis ojos!
Tu verdad está en tu corazón
Aceptar lo que eres a pesar de todo.
No dudes de ti, eso te envenena
Comienza de Nuevo.
Carlos Manuel Cañizares