Quiero dejar de soñar
cuando el sueño se haga norma.
Ruedan los versos colina abajo,
guijarros sin mapa ni rumbo.
Fluyen las aguas desbordadas
en palabras de orden sin sentido.
Lo absurdo es el esquema
en cinta de mano rítmica.
Manipulo el torpe corazón táctil
de disco duro demasiado blando.
La inteligencia se desmaquilla
y comprendemos el fraude…
Lista demasiado larga
de tareas pendientes
y oídos desnudos.
Es mejor en estos casos
empezar por el final.
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