Amigo no sé qué hacer.
Ayer era feliz por la mujer que escogí, hoy siento celos de la cama que la acoge, de la mañana que observa su aurora, de la copa que le da de beber.
Antes era su todo, hoy no soy Yo.
Mi mente cabalga por desiertos y mi corazón navega por mares sin costas.
¿Amigo qué hago?
Me desespera mi angustia.
Ayer compartía las tertulias con sus amigas, le apasionaba la sazón de mi cocina, mi despertar por sus inquietudes. Era su estilista para su moda.
Hoy no soy Yo.
¿Qué hago Amigo?
La mejor forma de hacer por tus argumentos, es no hacer nada. Has asfixiado al Amor.
¡Amigo, entiéndeme, no puedo!
Me ensarta el deseo de conocer con quien comparte la noche, que el Christian Dior de su piel desprende.
¿Quién es él, que de su mente me apartó?
¿Quién es él, que de su corazón me borró?
Cuando converso con ella, se me agotan las palabras, quedando en mi interior, sentimientos por decir.
Me dicta el corazón y no la razón.
Por tus reclamos te sugiero, es hora que ella sea, la protagonista, de tu libro de historias.
¡Amigo, su ausencia me duele!
Pero más te dolerá, …su presencia.