Es la noche que despliega su oscuro manto
son las sombras creando alegorías fantasmas.
Es la garúa tintineando una rondinela
son las gotas levantando el petricor que me embelesa.
Es la falena nefelibata suicidándose en la flama
de la vela aromática que reposa en la mesa de noche.
Es mi deseo recorriendo tu piel sin tocarte
mientras me sonríes seductoramente desde la cama.
Es el grillo empezando con su desvelada sonata
son las cuerdas de tu violín respondiendo su serenata.
Es una noche de arpegios encantados, garúa y dulces aromas
son tus ojos que desnudan mi alma y me enamoran.