Algo había cambiado. Quizá un milímetro o tan solo un suspiro, no sabia exactamente qué, ni cuanto, pero en la habitación se respiraba un halo intranquilo, como cuando un peligroso perturbado te vigila por la espalda.
Se giró sobre si mismo un par de veces, esperando encontrar a un psicópata a su espalda, acechando y resguardado tras las cortinas o el sofá, para estrangularlo, pero no encontró nada de eso. Desvió los ojos hacia los visillos traslúcidos, y se dibujaron tras ellos algunas líneas abstractas, aunque no parecían desvelar la presencia de ningún cuerpo humano.
Sus pies se clavaron al suelo, adheridos con fuerza a las losetas de mármol, como si desde el centro de la Tierra una fuerza premonitoria le advirtiera de un gran peligro, una desgracia sin limites. Sintió la inmovilidad en su cuerpo, la rigidez del terror en su cuello, y comprendió que algo malo, terriblemente malo, estaba pasando. Convencido plenamente de que había alguien dentro de casa, volvió a repasar la estancia con la vista.
Sin embargo, las cortinas seguían si moverse, ni se apreciaban las puntas de unos zapatos bajo los visillos. Observó la puerta una y otra vez y comprobó que el cerrojo estaba echado. Nadie había podido entrar.
Pero entonces ¿Qué diablos está pasando aquí?, se preguntó… Y llevándose las manos a la cabeza, vio claro el origen de su miedo…
-¡No! ¡Otra Vez, Nooo! ¡Me he vuelto a dejar al niño en el super!
¡Qué bueno, Mara!
Muchas gracias, Ana. Muy amable jejeje 🙂
😉 Tan divertida como siempre.
Jajajaja qué gracia me ha hecho el giro. Muy bueno!!! 🙂
En tu línea Mara. Escribes mucho mejor de lo que te gusta confesar y tu sello es ese “cable pelao” que cortocircuita cualquier esperanza de que el relato fuera por otro camino. Eso te hace única. Buena suerte.
Me voy a poner de tarea, escribir un relato que termine donde debería, es decir… Se conocen, se quieren, se casan y tienen hijos. Jo, ves… ya estoy pensando que en verdad no se conocían de na, que no se llegaron a casar porque el cura equivocó los papeles y acabó casando a los padrinos y que los hijos no eran de ellos porque se los cambiaron en Maternidad… Bueno mañana lo intentaré de nuevo, pero no prometo nada, jejejeje. Gracias Luisa!!!