Llevo jornadas enteras buscando tu nombre, con la mirada envuelta en lluvia, en una lluvia que no llueve, y duele. Me duele tu nombre en el recuerdo, y mis latidos se rompen contra el cielo, no encuentro tu nombre.
Me escuece tu nombre en los besos, y hasta me escuece el aire, desmenuzo el tiempo y no está tu nombre.
No hace mucho en el estanque, temblaba flotando tu nombre, y lo jugaba yo en los ojos, y lo guardaba en ese instante, hoy estaba el agua inerte, pues ya no estaba tu nombre.
He escarbado la tierra, pregunté hasta al guardabosques, nada ni nadie me han dicho, donde se esconde. ¿Quién se ha llevado tu nombre, quién fue, por qué no responde? ¿Qué habrán hecho con las letras que conformaban tu nombre?
Tal vez las han separado, descuartizaron tu nombre, tal vez una esté en un lecho y otra perdida en el bosque. Tantos años he venido a visitar a tu nombre, tantos años sin tus besos, solo quedaba tu nombre, y ahora me sangra en los sueños, no sé donde está tu nombre, no lo hallo ni en mis versos, se lo llevaron los hombres.
Volví hace poco al estanque, y ya no estaba tu nombre, ni el agua supo decirme, quien, como, cuando ni donde, alguien ha cortado el árbol, donde escribiste tu nombre, lo escribiste junto al mío, en un corazón enorme.
Ahora resbala tu nombre por mi mejilla, ya no me importa mi vida, ya no me interesa el bosque, ya no existo, no soy nadie, pues se han llevado tu nombre.