Cada palabra tiene una historia y esta no ha acabado. Sigue evolucionando y creciendo continuamente. Y ya que hablamos de crecer, que es una palabra de uso muy corriente, vamos a ver qué se sabe de ella.
Si eres aficionado como yo a las palabras, crecer te parecerá un término que suena muy latino. Lo es, pero el latín no surgió por generación espontánea. Se cree que el verbo latino crescere proviene de la raíz indoeuropea Ker. Por otro lado la terminación en scere suele indicar un proceso y nos ha dejado en español palabras padecer, fallecer, adolecer, etc.
Hay muchas palabras interesantes que proceden de esta raíz indoeuropea. Por ejemplo:
- crear.
- criar
- recreo
- recrear
- procrear
La lista sería muy larga. Parece interesante mencionar palabras como criollo, que eran los hijos de los africanos y de los europeos ya nacidos en América. Vendría del verbo criar, como criado. No confundir criollo con mestizo (mezcla de europeo) o con mulato (mezcla de africano, que vendría quizás de mula). El idioma arrastra las huellas de algunos de los peores defectos de nuestros antepasados.
Críos, es como mencionaban los españoles a sus hijos nacidos en el Nuevo Continente.
Bueno, ¿Y qué más?
He visto por ahí que la palabra cereal podría venir de esta misma raíz. Pero también sabemos que existía la diosa Ceres, que para los romanos era la diosa de la agricultura y de la abundancia. ¿Parece lógico conectar también el nombre de Ceres con la raíz Ker?
Pues si es así, será muy adecuado decir que en primavera los cereales crecen y después añadir eso de… ¡Valga la redundancia!