“Me aferré a una sonrisa, a una mirada, a esa lágrima que besó tu mejilla izquierda, a medias verdades, a planes inconclusos, a la incertidumbre que un día fue nuestra seguridad.
Desconozco cada movimiento, todas y cada una de las decisiones que has tomado sin consultarme, sin siquiera pensar en mi opinión.
Y hoy, a siete años de habernos conocido, no sé quién es ese que duerme a mi lado.
Temo descubrir un día que siempre lo supe y por mera costumbre permanecí contigo.”