Yo qué culpa tenía de que me persiguiera un coche de policía por la M-40. La gente me miraba mal cuando una hora más tarde, ya me habían detenido y esposado. Cuando llegué a comisaría, qué casualidad, había en la puerta periodistas de todas las cadenas de televisión, radios, prensa… Yo creo que no faltaba un reportero ni del boletín de la parroquia. Es más: de hecho me pareció ver un niño vestido de monaguillo con una cámara de fotos.

¡Qué tendencia a exagerarlo todo! Yo  que soy siempre tan moderado…  La gente enseguida te mira mal. Pero bueno, y ellos,  ¿qué sabían acerca de los motivos por los que yo estaba siendo detenido? Nada de nada. No saben si es justo o injusto que me encuentre esposado. Que un guardia te sujete por el codo y te empuje. ¿Saben ellos si es lo que merezco? ¿Por qué la gente tiene esa tendencia al linchamiento? A hacer astillas del árbol caído.

Todo había empezado bien. Los días empiezan siempre bien, creo yo. Que un día empiece… es una buena señal. Me dispuse a escribir con el desayuno a la izuierda. Soy cumplidor. Me he metido a columnista en desafiosliterarios.com y al día siguiente tenía que presentar mi relato semanal, así que con mi portatil y mi café con leche, empecé a contarme cosas. Pero claro, no llevaba yo ni dos lineas cuando sonó la primera llamada de teléfono. Una persona que tenía una urgente necesidad de telefonearme para nada. Cómo le gusta a la gente demostrar con montones de preguntas que no tenemos verdaderos temas de conversación comunes.

—¿Qué harás este verano? ¿Cómo te va todo? ¿Hace allí el mismo calor que aquí?

Y yo, que tenía cosas que hacer, me estaba impacientando…

—Pero allí más seco, ¿no?

Al  final, no pude evitarlo:

—Consulta esa comparativa en internet porque yo no sé el calor que está haciendo donde tú vives ni la humedad que  soportáis. ¿No tenéis un barómetro en tu casa? Ni siquiera recuerdo  bien de dónde eres. ¿Estabas tú por Castilla, o en Cabo Cañaveral, o por dónde? ¿Quién me has dicho que eras, a ver?

La gente se ofende. Los conoces de internet. Se empeñan en meterse en tu vida sin motivo. Se dicen: le llamaré, le preguntaré por todo lo preguntable, le confesaré tres asuntos míos que no le interesarán en absoluto y se sentirá muy agradecido de que  me acuerde tanto de molestarle, claro que sí. Pues no. Esa es la gente que luego, cuando te detiene la policía, te mira mal. ¡Son los mismos! Exactamente no, pero igualitos, del mismo tipo de gente. Te aprecian y desprecian sin motivo, según lo hagan los demás.

Cosa distinta es que estés realmente vinculado a ellos por algún tipo de objetivo o actividad común. Por ejemplo, mis amigos, los que se meten como yo en el TALLER DE NOVELA, o los que se vienen a las ESCAPADAS LITERARIAS. Son otro tipo de relaciones y de historias.

Luego dijo que se sentía idiota  por pensar que tenía un amigo. ¡Normal que se sintiera idiota! ¿Cómo se tendría que sentir si no?

Bueno, llevé mi café al microondas,  porque con esta charla innecesaria se me había enfriado. Volví a ponerme a escribir y cuando ya había cogido el hilo, otra persona me llamó. Era una buena  amiga, empeñada en contarme su último desastre amoroso. Bueno, yo también tengo amigos y amigas,  creo, y con esta ya no  pude ser tan desconsiderado.

—Está bien que me lo cuentes, porque yo te quiero mucho, siempre que no te extiendas demasiado. Que me informes me interesa por ser tu vida. Pero si lo que quieres es ampliarme mucho el tema, ya eso es para que lo hables con una amiga, no conmigo. Yo soy un amigo, no una amiga. Es distinto, verás que sí que  lo es. No me acuses de sexismo, por favor. Yo estoy para otro tipo de temas. Pero, mira, yo te diría que lo mejor es que lo escribas. Si lo escribes, yo lo leeré con interés. Me he metido en DesafíosLiterarios.com, en uno de los TALLER DE NOVELA. Podrías hacerlo tú también. A mi esto me da la vida. Si te metieras en el mundo de DesafiosLiterarios.com te olvidarías muy pronto del desgraciado de tu ex-marido. Si te metes en el taller o te haces COLUMNISTA puedes entrar en su siguiente LIBRO DE RELATOS. En fin, hay algo en “Desafíos”. Amistad y mil propuestas literarias y… gente que vale la  pena conocer. No solo es literario lo que escriben. Ellos mismos lo son.

Así que lo que le dije a esta amiga mía vale  para todos. Registraos gratis en desafiosliterarios.com,  y mandar un texto vuestro. Y luego a disfrutar como COLUMNISTAS, o  con  los TALLERES DE NOVELA, o con las escapadas. ¿Quieres participar en el libro 3 con un relato o poema tuyo?

¡Ah, sí! Lo de la policía, que os lo estaba contando y me he  ido del tema: pues que no hago más que colgar y me llaman por el messenger.

—Hola. Oye,  ¿tenéis  por allí tanto calor como por aquí? Aquí es tremendo. ¡Sofocadita estoy!

¡Dios! Le pregunté su dirección y le dije que quería hacerle una visita urgente, que no saliese de casa. 400 Km más tarde, perpetré un plasticidio con un cuchillo jamonero. Se me fue la mano, lo sé, está mal… ¡Qué cantidad de sangre, oye! Es lo que mejor recuerdo… Pero bueno, todo esto lo voy a contar en el LIBRO 3 DE DESAFÍOS LITERARIOS que va a salir dentro de dos o tres meses lleno de relatos inéditos de todos mis amigos. Siempre que nos dejen escribir un poco, claro está.

QUIERO EL NUEVO LIBRO DE ENRIQUE BROSSA

TRATADO DE FILOSOFÍA CASERA PARA UNA GENERACIÓN OBTUSA.
Un libro de relatos, ideas y humor no necesariamente juntos