Lee de mi cuerpo,
sigue mis líneas,
mis torcidos renglones
por los que se escapan los suspiros
almidonados bajo suaves sábanas
que no dejan pasar la luz.
Lee en mis entrañas
el mensaje secreto
que escondo entre mis piernas,
ve pasando las páginas escritas
con la tinta invisible e indeleble
de mi propia excitación.
Recréate en la lectura
de todas mis expresiones
cuando con tu pluma llenas
los espacios en blanco que alberga mi cuerpo
escribiendo sin pudores
todo lo olvidado en los recodos de tus fantasías.
Lee de mi cuerpo,
sigue mis líneas,
no me dejes en blanco,
escribe en mi ser.
¡Un hermoso poema Ana!
¡Muchas gracias!