Pensar me asombra, gélida Leticia,
que os miréis al espejo diariamente
y él os refleje y no gima, impotente
de haceros la debida y fiel justicia:
Que la sortija de oro delicada
que calentáis en ese frágil dedo
no tiemble, y no parezca sentir miedo
de ser con vuestra mano comparada.
Ah quién fuera sortija, o fuera espejo,
para estar ante vos indiferente
y poder ante vos no sentir nada,
en lugar de ser un escritor viejo
que se os acerca temerosamente
y se estremece con una mirada.
Querer ser cosa
![Querer ser cosa](https://i0.wp.com/desafiosliterarios.com/wp-content/uploads/2018/07/ea34b90f28f3033ecd0b470de7444e90fe76e7d618b915489cf8c8_640_Espejo-de-pared.jpg?resize=567%2C640&ssl=1)